
La ropa de protección para el trabajador sustituye o cubre a la ropa personal y está diseñada para proteger contra los potenciales peligros del puesto que está desempeñando como pueden ser lesiones por agresiones externas o riesgos para la salud.
Sin embargo, a menudo ocurre que el uso de esta ropa y el equipo de protección puede disminuir la productividad y aumentar la incomodidad del trabajador. Además, la ropa de protección química e ignífuga va ligada a una serie de normas generales que a veces entran en conflicto con la eficacia y la comodidad en el trabajo. La solución pasa por seleccionar un mínimo de ropa y equipo de protección necesario para desempeñar el trabajo de una manera segura.
Los elementos principales en la ropa de protección son pantalones, chaqueta, botas, guantes y cascos. Dependiendo del puesto también pueden utilizarse brazaletes, o mandiles y otros complementos.
Clasificación de ropa de protección según el puesto de trabajo:
- Protección contra riesgos mecánicos: el equipo de protección para este tipo de trabajos está preparada para proteger al operario de rozaduras, pinchazos, cortes o impactos. Se utilizan prendas con materiales como el Kevlar o el Twaron o fibras sintéticas y accesorios como guantes de seguridad o calzado de seguridad que van ligados siempre al traje completo. Además, estos tejidos cuentan con propiedades específicas como la capacidad de atascar piezas móviles o resistencia al corte.
- Protección contra el calor y el fuego: su función es proteger frente a las agresiones térmicas y sus variantes mediante materiales ignífugos y un diseño específicos de trajes, prendas y calzado. Según el grado de protección que ofrecen, estos tejidos se clasifican en niveles de cero a cinco.
- Protección contra riesgos químicos: estas prendas protegen contra el contacto superficial de productos tóxicos o por vía transcutánea. Su principal particularidad es que están adaptadas a cada compuesto químico. Hay seis categorías de protección dependiendo del riesgo: gases, aerosoles, líquidos pulverizados, salpicaduras, protecciones de partículas y enlaces no herméticos.
- Protección frente al frío: la ropa para el frio tiene unas condiciones superiores para el aislamiento del cuerpo y la impermeabilidad de los tejidos, de tal forma que los trabajadores que trabajan a la intemperie y están sometidos a condiciones meteorológicas extremas, tienen un fiel aliado en uniformes que han sido testados y diseñados para contrarrestar estas condiciones.
- Protección contra riesgos biológicos: son prendas utilizadas por profesionales sanitarios o investigadores que están expuestos a fluidos orgánicos y deben protegerse para evitar infecciones o enfermedades. Los tejidos utilizados se tratan con agentes bactericidas y adquieren propiedades antibacterianas, también en el calzado y los guantes de seguridad.
- Protección contra radiaciones: las prendas protectoras están basadas en el principio de apantallamiento, sin embargo en la protección contra radiaciones de carácter no ionizante se basa en la conexión con el suelo, el aislamiento con blindajes electromagnéticos y los tejidos con elevada disipación estática y conductividad eléctrica.
- Otras protecciones: aquí podemos incluir ropa utilizada por operarios que trabajan de noche o en espacios con poca visibilidad y necesitan ser visibles y también las prendas protectoras de riesgos eléctricos que disponen de tejidos específicos no conductores de la electricidad para ofrecer una protección integral al trabajador.
Como siempre, en Indumentum disponemos de todo tipo de prendas protectoras para cualquier tipo de puesto de trabajo. No dude en consultar a nuestros especialistas cualquier duda sobre protección a sus trabajadores, le ofreceremos las mejores soluciones para su empresa.